jueves, 2 de abril de 2015

Club Flamenco (35) Asociación Punto Flamenco

-Somos un grupo de amigos que tocábamos en reuniones por aquí y por allá y empezamos a ensayar más continuadamente. Y decidimos formar una asociación.
-Viene la historia de que un cantaor vino a mi casa, sacamos las guitarras, se puso a cantar, tenía mucha voz, y pom pom, el vecino. Y empezamos a ver si podíamos tener un local y haciéndonos asociación cultural nos dejaban un espacio en un centro cívico.
-Y que cante y toque todo el mundo que quiera.
Óscar Vecino, Toño Aparicio y Marcos Benito, por este orden, cuentan la creación de Punto Flamenco, que bajo la forma legal de asociación cultural es un punto de encuentro para aficionad@s e interesad@s en el flamenco. Cumplen dos años este 2015 y cuenta con 21 soci@s más amig@s que se suman a la iniciativa, que tiene como lugar estable el Centro Cívico del barrio Las Delicias, los lunes por la tarde y los miércoles por la mañana.
Ellos fueron protagonistas de la última cita de la Tertulia Flamenca antes de Semana Santa, con un lleno hasta la bandera en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Valladolid. Con los tres fundadores, los tres guitarristas –Marcos también se hace algún cante- hablamos antes de entrar a que desplegaran, junto a otros socios, aficionados y amigos -participaron los amigos del Secretariado Gitano, también- lo que saben hacer en toque, cante y baile.

Óscar (izq) y Toño (dcha).

-A nuestros amigos les decíamos que se pasaran. Y estando allí pues se fue sumando gente, como unas mujeres que bailaban sevillanas ‘¿podemos venir? Probaron, les gustó y se hicieron socios. Sobre todo está funcionando mucho el boca a boca (Óscar).
-El mayor tendrá 83 años y el más joven diez, once. Son de todas partes de Valladolid. Es abierta. Respetándonos todos y al lugar donde estamos (Marcos).
-No está pensado para enseñar, sino para practicar, ayudarnos unos a otros y mejorar (Toño).
-El espíritu es compartir nuestro trabajo, nuestros conocimientos y crecer todos juntos. Y luego está Miguel, que es el que más conocimiento tiene, el que nos lleva a todos de la mano (O).
-El maestro, es un lujo (M).
-El que nos dice esto está bien. Y el que nos dice: esto no lo hacéis mal. Tiene un mérito impresionante con lo que sabe estar allí ayudándonos (T).
Hablan de Miguel Uña, veterano tocaor de esta ciudad y de otros alrededores y provincias cercanas (Zamora sin ir más lejos), presente en la charla, pero discreto; aunque hace sus apuntes: “La guitarra siempre es la muleta del torero, del cantaor. El torero va de oro, nosotros siempre seremos los toreros de plata, decía Moraíto, el mejor guitarrista de acompañamiento”. Antes y después de la charla con Óscar, Toño y Marcos sí que habla Miguel de algunas de sus experiencias como acompañante de cantaores, ay de aquellos que tienen no compás –“lo que intentas es maquillar su falta, haciendo muchos silencios”-, de lo cerrao que puede llegar a ser uno, pero se aprende: "Yo creía que Paco de Lucía estaba equivocado, fíjate qué disparate, que blasfemia, por culpa de mi ignorancia, por seguir un método que no era el correcto; yo pensaba que los demás estaban equivocados hasta que un día se me iluminó una bombilla y, joder, si es que esto es hasta más sencillo”.

Miguel Uña.

Óscar: “Yo llegué tarde al flamenco, con casi 30 años. Y llegué porque unas navidades un novio de mi hermana apareció con una guitarra. De siempre me gustaba el rumbeteo y quería aprender la guitarra para hacer un poquito de rumba. Coincidió que un cuñado mío trabajaba con Miguel (Uña) y este se ofreció a enseñarme, y me fui enganchando y no he parado.”.
Toño: “A mí siempre me ha gustado. En los programas aquellos de la tele en blanco y negro yo veía flamenco, pero llegaba mi padre y decía ‘ya están chillando’ y lo cambiaba. Mi padre era más de Machín. Y me ha gustado de siempre Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Deep Purple, todo el mundo. Paco de Lucía, desde pequeñín. Con casi 30 años fui a ver un concierto de Camarón, de los últimos que dio aquí en Valladolid, con Tomatito y me gustó mogollón. Y vi un cartel de se dan clases de flamenco, de guitarra. Lo mismo que he ido a conciertos de flamenco, de Manzanita o Lole y Manuel he ido a los de los Ramones. Soy del mismo estilo que Raimundo Amador que nos gusta igual el rock que el flamenco.”.
Marcos: “A mí de niño me gustaba la música clásica, en realidad. Estaba como loco con la clásica. Luego, ya de la tierra de Salamanca, que de allí es toda mi familia, empezó la cosa de la rumba y por ahí me entró el flamenco. Más de mayor hociqueando en la Biblioteca Pública me hice con el disco de Camarón en París, le escuché cantar unas tarantas y me emocionó, vamos que me eché a llorar. Y desde entonces fui escuchando flamenco cada vez más hasta el día de hoy.”.

Marcos.
-Yo creo que ahora con la crisis puede nacer algo con fuerza como cuando nació el flamenco de una desigualdad social, de un canto de lucha. Que la gente anda muy apretada (Marcos).
-En Valladolid hay afición, pero estamos muy limitados por el tema de los bares, que ya no se puede tocar con la libertad de antes.  Aquí cuando se hace algo de flamenco la gente va y le gusta. El flamenco es de vivirlo in situ más que de discos. Y eso es lo que engancha. Lamentablemente  hay muy pocos espacios para poder decirlo (Óscar).
-Al alcalde no le gusta la cultura. Nosotros nos hemos atrevido a dar un paso para que haya espacios, que el flamenco no esté como a escondidas o se quede entre amigos (Toño).
-Posiblemente seamos el grupo más abierto dentro de la afición flamenca de la ciudad (Marcos).
-Nuestro objetivo es afianzar la asociación y con el tiempo, poco a poco, se irá viendo (Toño).
-El flamenco es una filosofía de vida (Miguel).


(Luis Presa también informa de la cita en la Tertulia con Punto Flamenco en su blog)

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